El Gobierno acusa a Berlusconi de aplicar una política 'xenófoba' con los inmigrantes
- Considera que las medidas de Italia no respetan los derechos de los extranjeros
- En los últimos días, 400 inmigrantes han sido detenidos en Italia y 53 expulsados
Redada de la Policía italiana por las calles de Roma. (Foto: EFE)
Viernes 16/05/2008 15:22 A. DEL BARRIO | E. MUCIENTES
MADRID.- "El Gobierno rechaza la violencia, el racismo y la xenofobia y, por tanto, no puede compartir lo que está sucediendo en Italia".
Con estas duras palabras la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha rechazado la política de inmigración que en las últimas semanas ha abanderado el nuevo Gobierno de Berlusconi y que, en tan sólo siete días, ha supuesto la detención de cerca de 400 inmigrantes ilegales en el país transalpino.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha recordado que el Gobierno trabaja por frenar la inmigración ilegal, pero siempre respetando los derechos de los 'sin papeles'. "España trabaja por una política de inmigración legal y ordenada que permita reconocer derechos y obligaciones", ha insistido De la Vega.
A pesar de haber endurecido considerablemente su discurso en inmigración, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no avala la política de cerco a los 'sin papeles' que está aplicando Berlusconi.
La Policía italiana llevó a cabo ayer redadas contra la inmigración irregular, que se saldaron con la detención de 400 'sin papeles', de los que 53 fueron expulsados del país sin contemplaciones.
DURO DECRETO DEL EJECUTIVO ITALIANO
En su tercera etapa al frente del Gobierno italiano, Berlusconi quiere aprobar un duro decreto contra la inmigración irregular que contempla incluso el cierre de fronteras. El nuevo Ejecutivo estudia la suspensión de la aplicación del Tratado de Schengen antes de proceder a la expulsión de miles de gitanos europeos, sobre todo rumanos y búlgaros, ciudadanos todos ellos que han ingresado en la Unión Europea.
El clima de racismo es tal que en los últimos días cinco campamentos de gitanos al sur de Italia han sido incendiados por los ciudadanos. El ministro de Reformas del Ejecutivo, Umberto Bossi, ha justificado los ataques contra los gitanos porque "la gente hace lo que no logra hacer la clase dirigente".
Una opinión que no es compartida por todos los miembros de su gabinete. De hecho, el titular de Interior, Roberto Maroni, ha calificado como "injustificable" la violencia vivida en Nápoles, aunque insistió en que el Estado dará todo el apoyo necesario "para mejorar la seguridad" de Italia.
La actuación de Berlusconi se produce justo en un momento en que todos los países de la UE están endureciendo su política de Extranjería. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha mostrado tajante al afirmar que no se puede ser "laxos con la inmigración ilegal porque sino no hay quien la pare". Rubalcaba hacía esta afirmación tras el rechazo de los Ventisiete a la primera votación sobre una polémica directiva europea que recorta los derechos de los inmigrantes en situación irregular.
La nueva directiva europea, que todavía no ha sido aprobada, permite ampliar el tiempo de reclutamiento en los centros de internamiento hasta un máximo de 6 meses, algo con lo que Rubalcaba se mostró de acuerdo.
En la actualidad, en España ahora hay un máximo de 40 días para internar a los 'sin papeles' mientras se tramitan sus órdenes de expulsión. Un tiempo insignificante para el ministro teniendo en cuenta los obstáculos que hay a la hora de expulsar a los inmigrantes irregulares.
DOPO GLI ARRESTI IN MASSA DEI CLANDESTINI. DE LA VEGA: «MISURE RAZZISTE»
Accuse dalla Spagna: «Italia xenofoba»
La vice di Josè Luis Zapatero attacca la politica in tema di immigrazione del governo Berlusconi
MADRID - Il governo spagnolo ha accusato l'Italia di xenofobia. Riferendosi agli arresti di massa - in soli sette giorni oltre 400 clandestini finiti in carcere- la vice di Josè Luis Zapatero ha tenuto a sottolineare la differenza tra la politica sull'immigrazione messa in atto da Madrid e quella del IV governo Berlusconi: «Il governo (spagnolo, ndr) - ha sottolineato il numero due dell'esecutivo, Maria Teresa Fernandez de la Vega, le cui frasi sono riportate da El Mundo- respinge la violenza, il razzismo e la xenofobia e, pertanto, non può condividere ciò che sta succedendo in Italia. La Spagna lavora a una politica dell'immigrazione legale e ordinata, che permetta il riconoscimento di diritti e doveri». L'esecutivo progressista di Zapatero, che ha di recente inasprito la normativa sull'immigrazione, è stato diverse volte tirato in ballo da esponenti del centrodestra come pietra di paragone per l'avvio anche nella penisola di una politica più che severa sui flussi migratori.
«NO ALLE ESPULSIONI» - In alcune dichiarazioni rilasciata alla stampa al termine della riunione settimanale del consiglio dei ministri, de la Vega, citata dall'afenzia Efe, ha aggiunto di «non condividere la politica di espulsioni» a suo parere attuata in Italia.